Paula Simarro
Creía que eras mía
pero no me di cuenta,
creía que me pertenecerías
pero corrías suelta,
Intenté retenerte, no hubo suerte.
Cuanto más yo te ataba
tú más prisa te dabas,
te cogía entre mis manos al alba
pero llegaba la noche y no estabas,
tan fresca, joven, brava
Decidí dejar de luchar contra ti
unirme a tu cauce ya,
caminar juntos a una,
dejar de sufrir al fin.
Y fue lo mejor que hice,
porque no tienes dueño
y me costó entenderlo.
Ahora prefieres estar conmigo
sin buscar ni pedirlo.
Por fin lo he entendido.
